Prevalencia del trastorno depresivo en la diabetes tipo 2

  1. RODRÍGUEZ CALVIN, JOSÉ LUIS
Dirixida por:
  1. Antonio Zapatero Gaviria Director
  2. María Dolores Martín Ríos Co-director

Universidade de defensa: Universidad Rey Juan Carlos

Fecha de defensa: 09 de marzo de 2015

Tribunal:
  1. Ángel Gil de Miguel Presidente/a
  2. Jesús San Román Montero Secretario/a
  3. Carlos Mur de Víu Vogal
  4. Francisco Arias Horcajadas Vogal
  5. Juan Antonio Garrido Sanjuán Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 146878 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumo

La depresión y la diabetes constituyen dos cuadros crónicos, con prevalencia creciente. La relación bidireccional entre depresión y diabetes está ampliamente documentada. La depresión puede preceder a la diabetes, o la diabetes puede favorecer la aparición de un cuadro depresivo asociado. La evidencia epidemiológica demuestra que los pacientes diabéticos tienen un riesgo mayor que los no diabéticos de sufrir uno o varios episodios depresivos. Sin embargo, la realidad clínica indica que muchos de estos pacientes no son diagnosticados, y por lo tanto, no son tratados. Está demostrado que la depresión en los pacientes diabéticos puede ser tratada de forma efectiva, tanto mediante psicoterapia como con fármacos antidepresivos y que el abordaje multidisciplinar del problema constituye la forma más adecuada de hacerlo. También existen trabajos que apuntan a que el tratamiento efectivo de la depresión asociada a la diabetes tipo 2 puede mejorar tanto la sintomatología depresiva como el control glucémico y la calidad de vida de estos pacientes. Objetivos: Nuestro estudio tiene como objetivo estimar la prevalencia de depresión en los diabéticos tipo 2 de la población de Fuenlabrada y su relación con otras variables de tipo sociodemográfico, de estilo de vida, control glucémico, complicaciones y calidad de vida. El estudio tuvo lugar sobre pacientes diabéticos tipo 2 de ambos sexos, de edades comprendidas entre 29 y 85 años, residentes en la zona de referencia del Hospital Universitario de Fuenlabrada. La población de estudio era de 2897 sujetos. El tamaño de la muestra del estudio, 321 individuos, se realizó asumiendo una prevalencia de depresión asociada a la diabetes tipo 2 del 25%. Se realizó un muestreo aleatorio y estratificado por edad y sexo. Los individuos de la muestra se distribuyeron de forma proporcional a la población de cada estrato, definidos por edad y sexo. El cribado de trastorno depresivo se llevó a cabo utilizando el Inventario de Depresión de Beck (BDI). Para valorar el cumplimiento de la medicación en pacientes se utilizó el Cuestionario de Morisky Green. La variable control glucémico se categorizó definiendo el buen control glucémico como una cifra de hemoglobina glicada (HbA1c) igual o menor de 7. Para el estudio de la calidad de vida se utilizó el cuestionario Short Form 36 Health Survey versión 2 (SF36 v2). Conclusiones: La prevalencia de depresión en la población de diabéticos tipo 2 de Fuenlabrada se estimó en un 32,7 %, algo más elevada en las mujeres (43,3 %) que en los hombres (24,6 %). La prevalencia de depresión se incrementaba a medida que lo hacía la edad. El 35 % de los pacientes deprimidos (los que obtuvieron una puntuación en la escala BDI ¿ 16) no había sido diagnosticado por el sistema sanitario. Este porcentaje era mayor en hombres (45%) que en mujeres (29%). Los pacientes con mal control glucémico tienen un riesgo, como mínimo, 4,5 veces mayor de presentar depresión que los que tienen un buen control. Los pacientes con complicaciones de la diabetes tenían un riesgo 1,56 veces mayor de presentar depresión que los que no tienen, siendo este riesgo mayor en el caso de las mujeres. Según va aumentando el número de complicaciones, aumenta el riesgo de depresión. La depresión ha mostrado ser un factor relevante en la calidad de vida relacionada con la salud física, presentando los pacientes deprimidos una valoración de la calidad de vida relacionada con la salud física (PCS) 9,2 puntos menor que los pacientes no deprimidos, siendo el sexo y la edad factores a considerar en dicha relación en la población de estudio y una valoración de la calidad de vida relacionada con la salud mental (MCS) 12,1 puntos menor que los pacientes no deprimidos, siendo el sexo un factor a considerar en dicha relación.