La influencia de la altura y del momento de inserción del pilar protésico en las alteraciones óseas peri-implantarias. Ensayo clínico aleatorizado a 12 meses de seguimiento

  1. Gonçalves Ferreira Borges, Tiago
Dirixida por:
  1. Javier Montero Martín Director
  2. María Portillo Muñoz Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 01 de decembro de 2017

Tribunal:
  1. Manuel Bravo Pérez Presidente
  2. Antonio López-Valverde Centeno Secretario/a
  3. André Ricardo Maia Correia Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 521794 DIALNET

Resumo

Resumen Introducción: Distintos autores han descrito los diferentes factores que pueden explicar las alteraciones óseas alrededor de los implantes dentales en el primer año después de su colocación. El diseño del implante, el tipo de conexión protésica, el trauma quirúrgico, la formación de la anchura biológica, el número de fases quirúrgicas, la conexión/desconexión del pilar protésico y los micromovimientos de los componentes protésicos pueden explicar la pérdida ósea marginal (POM) temprana. Objetivos: El objetivo de este estudio fue analizar y comparar, por medios radiográficos, la pérdida ósea marginal alrededor de implantes dentales con el mismo diseño, colocados en el sector posterior mandibular, y la influencia del momento de inserción del pilar protésico (monofásica o bifásica) con distintas alturas de pilar (1mm vs 2mm). Material y Métodos: Ensayo clínico aleatorizado de grupos paralelos que incluyó individuos con indicación de colocación de al menos dos implantes en el sector posterior mandibular. El estudio fue aprobado por el Instituto de Bioética de la Universidad Católica Portuguesa. Los pacientes fueron distribuidos en tres grupos: el grupo CI1 (Monofásica con pilares de 1mm) en el cual fueron colocados pilares protésicos de 1 mm de altura en la misma fase quirúrgica de los implantes; el grupo CI2 (monofásica con pilares de 2mm) en el cual fueron colocados pilares protésicos de 2 mm de altura en la misma fase quirúrgica de los implantes; y el grupo CTC con un protocolo de dos fases quirúrgicas (bifásica), en el cual los pilares de 2 mm de altura fueron insertados después de la osteointegración submucosa de los implantes. Se tomaron radiografías periapicales en el día de la colocación de los implantes (baseline), 4 semanas después de la cirugía (T1), 16 semanas después de la cirugía en el momento de colocación de la prótesis final (T2) y 1 año después de la colocación de los implantes (T3). La extensión de la mucosa queratinizada fue registrada en todos los momentos de seguimiento usando una sonda periodontal, así como el sangrado al sondaje (calculado en base a los cuatro puntos mesial, vestibular, distal y lingual) en los momentos T2 y T3. Resultados: Un total de 33 pacientes que recibieron 68 implantes participaron en este estudio. La variación de la pérdida ósea marginal (POM) media para los grupos CI2, CI1 y CTC fue de 0.72 ± 0.36 mm, 0.65 ± 0.38 mm y 0.75 ± 0.67 mm respectivamente, a un año de seguimiento. Se verificó que en todos los grupos se pierde hueso marginal hasta los 4 meses tras la cirugía, que corresponde a la fase post-rehabilitación protésica, momento a partir del cual se produjo una reversión en el proceso de pérdida del hueso marginal en todos los grupos, y sin que se hayan observado diferencias estadísticamente significativas entre ellos. Sin embargo, independientemente del grupo de pertenencia, el nivel de pérdida ósea al mes condiciona el nivel de pérdida ósea al año de forma estadísticamente significativa. Además en todos los grupos se pierde encía queratinizada con respecto a los valores basales. La regresión lineal múltiple reveló que los predictores de la pérdida ósea marginal final son la presencia de periodontitis previa en dentición natural (0.03-0.62mm) y el hábito tabáquico (0.01-0.97mm). Conclusión: El tipo de abordaje quirúrgico (monofásico o bifásico), así como la altura del pilar protésico (1mm vs 2mm) no parece condicionar significativamente la pérdida ósea marginal ni la extensión de la mucosa queratinizada. En todos los casos se pierde hueso y mucosa de forma similar, aunque tras la conexión protésica (a los 4 meses) se revierte parcialmente la pérdida ósea marginal.