Nutrición, inflamación y riesgo metabólico en niños y adolescentes europeos

  1. González Gil, Esther María
Dirixida por:
  1. Luis A. Moreno Aznar Director
  2. J. Santabarbara Director
  3. María Gloria Bueno Lozano Director

Universidade de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 12 de xuño de 2017

Tribunal:
  1. Jesús María Garagorri Otero Presidente/a
  2. María Rosaura Leis Trabazo Secretaria
  3. C. Breidenassel Vogal

Tipo: Tese

Resumo

El estudio de los factores de riesgo cardio-metabólicos es importante para intentar prevenir enfermedades futuras. Estos factores de riesgo aparecen cada vez a edades más tempranas como en la adolescencia, o incluso en la infancia, y parecen estar asociados con algunos estilos de vida como la alimentación. Se ha observado que la la inflamación crónica de bajo grado se relaciona con factores de riesgo cardio-metabólicos. Por lo tanto, el estudio del estado inflamatorio en niños y adolescentes es necesario para evaluar esta relación desde sus orígenes y, de esta manera, poder entender sus mecanismos de aparición. Es por ello que el objetivo general de esta Tesis Doctoral es evaluar la relación entre la inflamación, valorada mediante una serie de marcadores inflamatorios, la ingesta y las alteraciones cardio-metabólicas asociadas con la obesidad en niños y adolescentes europeos. Esta memoria se ha realizado por compendio de publicaciones, incluyendo seis artículos. La presente Tesis Doctoral se ha llevado a cabo teniendo en cuenta los resultados de dos grandes estudios europeos: el estudio IDEFICS (Identification and Prevention of Dietary- and Lifestyle- induced Health Effects in Children and Infants) y el estudio HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence). En el estudio IDEFICS se obtuvo información de más de 16.000 niños, con edades comprendidas entre 2 y 9 años, procedentes de ocho países europeos (Italia, Estonia, Chipre, Bélgica, Suecia, Alemania, Hungría y España). La medida incial se realizó durante el curso 2007-2008. Estos niños fueron re-evaluados dos años después del incio del estudio. Se seleccionaron sujetos de este estudio para valorar la asociación entre la dieta y la proteína C-reactiva de alta sensibilidad (PCR-hs), como marcador de inflamación. En el primer artículo se valoró la asociación entre los ácidos grasos, medidos en sangre total, y la inflamación. Los ácidos grasos son componentes de la dieta que se relacionan con el estado inflamatorio, especialmente en el caso de los ácidos grasos de cadena larga. Se observó que los acidos grasos omega-6 (suma de omega 6 y ácido linoleico) se asociaron con valores bajos de PCR-hs, en chicos, y con valores altos de PCR-hs en chicas (ácido araquidónico, suma de omega 6 altamente insaturados y relación acido araquidónico/linoleico). En el segundo artículo se observó una asociación clara entre la frecuencia de consumo de algunos alimentos y la PCR-hs. Específicamente, la elevada frecuencia de consumo de vegetales se relacionaba inversamente con la inflamación mientras que otros tipos de alimentos, como las bebidas azucaradas o la mayonesa, se relacionaban directamente con la inflamación. En el tercer artículo, tres tipos de patrones dietéticos fueron identificados y mantenidos a lo largo del seguimiento: el patrón ”saludable”, el patrón de “proteína animal y carbohidratos refinados” y el patrón “dulces y alimentos procesados”. En el análisis transversal, realizado al final del seguimiento, se observó que aquellos niños incluidos en el patrón ”dulces y alimentos procesados” mostraban una mayor probabilidad de tener la PCR-hs elevada, en comparación con aquellos asignados a un patrón ”saludable”. De igual manera, se observó que aquellos incluidos en un patrón de “dulces y alimentos procesados” mantenido en el tiempo, es decir, desde la valoración inicial hasta la medida de seguimiento, mostraban mayor probabilidad de tener valores más elevados de la PCR-hs, en comparación con los incluidos en un patrón saludable en las dos valoraciones. En el estudio HELENA, realizado entre 2006 y 2007, se valoraron más de 3.000 adolescentes de 10 ciudades europeas: Atenas, Heraklion, Dortmund, Gante, Lille, Pecs, Roma, Estocolmo, Viena y Zaragoza. Las edades de los adolescentes participantes estaban entre 12,5 y 17,5 años. Con datos de este estudio, se valoraron las asociaciones entre el riesgo cardio-metabólico y la inflamación en la adolescencia. La American Heart Asociation (AHA) ha propuesto un índice de salud cardiovascular ideal (ISCI) que incluye cuatro comportamientos y tres factores saludables. Los criterios relacionados con los comportamientos son: no haber fumado, ser físicamente activo, tener un IMC normal y tener una alimentación saludable, mientras que los factores saludables incluidos son valores normales de: tensión arterial, colesterol total y glucosa. Mediante el uso de este índice se valoró la relación entre la salud cardiovascular y la inflamación, la cual fue medida mediante un índice inflamatorio y, a su vez, mediante los biomarcadores que componían el citado índice individualmente: PCR, el factor C3 y C4 del complemento, leptina y el recuento de glóbulos blancos. En este cuarto artículo, se observó que puntuaciones superiores del índice de salud cardiovascular se relacionaban inversamente con los valores del índice inflamatorio y, además, con algunos de sus componentes individualmente. En el quinto artículo, se observó que la composición corporal juega un papel importante en la relación entre la resistencia a la insulina y la inflamación, medida con varios marcadores inflamatorios. La asociación entre la resistencia a la insulina y el factor C3 del complemento fue especialmente relevante para aquellos adolescentes con mayores niveles de adiposidad. Finalmente, en el último artículo, se valoró la asociación entre la salud metabólica y varios marcadores inflamatorios seleccionados, teniendo en cuenta la presencia o no de sobrepeso/obesidad. La existencia de sobrepeso/obesidad y un estatus metabólico alterado se asocia con marcadores inflamatorios, siendo la PCR, C3 y C4 los marcadores más relacionados con esta condición. C3 y C4 se asociaron consistentemente con la salud cardio-metabólica. En resumen, los resultados de esta Tesis Doctoral confirman la existencia de una asociación entre alimentación y PCR-hs desde la infancia y, a su vez, que los marcadores de riesgo cardio-metabólico están presentes desde la adolescencia y se asocian con distintos marcadores inflamatorios, en esta etapa de la vida. Estos resultados ponen de manifiesto la importancia del desarrollo de estrategias de prevención precoz, teniendo en cuenta la promoción de estilos de vida saludables, para evitar el desarrollo de los factores de riesgo cardio-metabólico y la aparición de un estado inflamatorio crónico de bajo grado, asociado a los mismos.