Aspectos cronobiológicos de la obesidad infantilrelación con horarios de comida, actividad física y luz
- Martinez Lozano, Nuria
- Marta Garaulet Aza Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Murcia
Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2020
- Antonio García Ríos Presidente/a
- Millán Pérez Ayala Secretario/a
- María Rosaura Leis Trabazo Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Aspectos cronobiológicos de la obesidad infantil: relación con horarios de comida, actividad física y luz La evaluación de la salud circadiana se ha limitado hasta ahora a la población adulta, pero todavía son pocos los estudios que abordan la cronobiología en la población infantil. Por ello, nuestros objetivos fueron: 1) Desarrollar un índice o "score" circadiano que, mediante la combinación de herramientas no invasivas, sea capaz de detectar la salud circadiana de niños de edad escolar y explorar las diferencias entre niños y niñas y de éstos con una población adulta. 2) Valorar el uso de la saliva como herramienta no invasiva para la determinación de biomarcadores inflamatorios que nos permitan detectar los cambios metabólicos asociados con el grado de obesidad, las características dietéticas y la actividad física. 3) Evaluar el cronotipo del niño por medio de técnicas objetivas y estudiar su posible relación con el jet lag social, la exposición a luz nocturna, las alteraciones del sueño, el riesgo metabólico y las notas académicas. 4) Averiguar si la hora de la cena influye en la obesidad y en la salud cardiometabólica del niño. 5) Estudiar la posible asociación entre las características del ritmo de actividad/reposo, la obesidad, y diversos biomarcadores inflamatorios. 6) Averiguar si el "score" circadiano desarrollado en el objetivo 1, es capaz de detectar enfermedades tales como la obesidad. Este estudio se realizó en cuatrocientos treinta y dos niños sanos de 8 a 12 años que fueron reclutados en tres escuelas de la Región de Murcia. Se realizaron mediciones antropométricas y se evaluó la composición corporal. Se realizaron registros de alimentación y sueño durante 7 días y se determinó el cronotipo a través del cuestionario de Munich (MCTQ). Los niños usaron, durante los 7 días de estudio, un reloj de pulsera colocado en la mano no dominante que integraba dos sensores diferentes, un sensor de temperatura (temperatura corporal), y un actímetro, (actividad y posición). Con estas 3 variables se obtuvo la variable integradora TAP (Temperatura, Actividad y Posición). En una submuestra de la población (n=122), se analizaron los ritmos de luz, través de un luxómetro. Además, se obtuvieron muestras de saliva para la determinación de dos hormonas circadianas como son el cortisol (a las 09:00h, 14:00h y 23:00h) y la melatonina (a las 14:00h y 01:00h) y para analizar diferentes biomarcadores de inflamación tales como Interleuquinas (IL6 y 8), Factor de Necrosis Tumoral Alfa (TNF?), Proteína C Reactiva (PCR), etc. También se extrajeron muestras de suero en ayunas en una submuestra de 79 niños. Por otro lado, se recogieron las notas académicas de una subpoblación (n=92). Como resultado de esta tesis doctoral hemos desarrollado un nuevo score circadiano usando técnicas no invasivas, incluida la variable integradora TAP, que parece ser fiable para evaluar el sistema circadiano en niños. Nuestros datos muestran que los niños estudiados presentaban una mejor función circadiana que los adultos estudiados por el grupo en investigaciones anteriores. Además, las niñas presentaron una función circadiana mejor que los niños. Los biomarcadores analizados en la saliva captaron las condiciones de vida y de salud de los niños, ya que se relacionaron significativamente con el IMC, la ingesta de alimentos y la actividad física en niños. Concluimos que el análisis de biomarcadores en la saliva puede ser una posible herramienta útil no invasiva y libre de estrés para detectar hábitos de vida de los niños. También concluimos el interés de determinar el cronotipo del niño y su relación con la cronodisrupción con el fin de detectar y prevenir el riesgo metabólico en niños de edad escolar. Nuestros resultados muestran que aquellos niños evaluados objetivamente con estas técnicas que tenían cronotipo vespertinos o nocturno presentaron mayores alteraciones del sueño, un mayor jet lag social, mayor exposición a la luz nocturna, más obesidad, mayor riesgo metabólico y mejores calificaciones en arte que los niños matutinos. Por otra parte, esta tesis proporciona una visión circadiana y metabólica de la asociación de realizar habitualmente la cena en horario tardío con el riesgo metabólico y la obesidad en los niños. Según nuestros resultados, los niños que realizaron una cena tardía eran más obesos, tenían valores más elevados de ciertos biomarcadores inflamatorios tales como la PCR y la IL6 y presentaban mayores alteraciones circadianas que los niños que cenaban temprano. También, demostramos que las alteraciones en el ritmo de actividad/descanso se asocian con el IMC y con marcadores proinflamatorios en la población infantil, independientemente de la duración del sueño y/o el grado de actividad física. Por último, afirmamos que el score circadiano es capaz de detectar enfermedades tales como la obesidad.