Artritis de las enfermedades inflamatorias intestinales

  1. Silva Fernández, Lucía
  2. Mulero Mendoza, Juan
  3. Muñoz Carreño, Pilar
  4. Fernández Castro, M.
Revista:
Medicine: Programa de Formación Médica Continuada Acreditado

ISSN: 0304-5412

Ano de publicación: 2005

Título do exemplar: Enfermedades del sistema inmune (II). Espondiloartritis y artritis reactivas

Serie: 9

Número: 29

Páxinas: 1895-1901

Tipo: Artigo

DOI: 10.1016/S0211-3449(05)73570-0 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Obxectivos de Desenvolvemento Sustentable

Resumo

PUNTOS CLAVE Concepto. La afectación del aparato locomotor es la manifestación extraintestinal más frecuente asociada a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Se puede presentar como: artritis periférica o espondiloartropatía. La primera ocurre en un 5%-20%, es mono u oligoarticular, asimétrica y con predominio de grandes articulaciones de miembros inferiores. La afectación axial se describe en un 3%-12%, pero la evidencia radiológica de sacroiliitis es mucho más frecuente (14%-20%). Clínica. La inflamación de ligamentos, tendones y cápsula articular en el ámbito de sus áreas de inserción en el hueso, o entesitis, es una manifestación característica de este grupo de enfermedades. Diagnóstico. El diagnóstico de espondiloartropatía asociada a EII es clínico y radiológico. La afectación axial presenta unos hallazgos radiológicos indistinguibles de la espondilitis anquilosante clásica. Además de la radiología simple, otras técnicas, como la ecografía o la resonancia magnética, se han mostrado de gran utilidad al inicio de la enfermedad o en casos dudosos ¿ Los criterios de clasificación de espondiloartropatías recogen los datos clínicos y radiológicos que se utilizan en la práctica diaria como criterios diagnósticos. Tratamiento. Es fundamental la fisioterapia y las normas de higiene postural. Es esencial el buen control de las manifestaciones digestivas, sobre todo en la afectación periférica. El uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) es el primer escalón terapéutico. Los fármacos modificadores de la enfermedad, como la sulfasalazina, son eficaces en pacientes que no responden a antiinflamatorios. La terapia dirigida contra el factor de necrosis tumoral alfa ha demostrado ser altamente eficaz.