Caso clínico: a propósito de un balón de contrapulsación intraaórtico

  1. Noelia María Seoane Pardo
  2. María Gómez Martínez
  3. David Rodríguez Cañás
  4. María Belén Blanco Longueira
  5. Montserrat García García
Revista:
Enfermería en cardiología: revista científica e informativa de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología

ISSN: 1575-4146

Año de publicación: 2019

Número: 78

Páginas: 83-87

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Enfermería en cardiología: revista científica e informativa de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología

Resumen

El balón intraaórtico de contrapulsación (BIACP) es uno de los dispositivos de asistencia ventricular (DAV) de corta duración más utilizados en la actualidad debido a su fácil manejo y funcionamiento. El balón se infla durante la diástole y se desinfla durante la sístole, sincronizándose con el ciclo cardiaco, aumentando la perfusión coronaria durante la diástole y disminuyendo la poscarga durante la sístole, por lo que disminuye el trabajo cardiaco y el consumo de oxígeno del miocardio, mejorando la perfusión coronaria y periférica. Presentamos el caso de una mujer de 67 años que ingresa en la unidad de cuidados intensivos coronarios por shock cardiogénico, a la cual se le coloca un BIACP y se decide inclusión en urgencia 1 para trasplante cardiaco. Durante su ingreso surgieron importantes complicaciones asociadas a la inserción de este dispositivo y un importante nivel de ansiedad. Se creó un plan de cuidados individualizado mediante la valoración de las 14 necesidades según el modelo de Virginia Henderson, destacando los siguientes diagnósticos de enfermería: ansiedad, intolerancia a la actividad y deterioro de la resiliencia. Se consiguió mejorar su nivel de ansiedad, su movilidad y su fuerza motora, ayudando a que encarase de manera más positiva la situación que estaba viviendo hasta su trasplante cardiaco. El trabajo del equipo de enfermería a la hora de vigilar las complicaciones surgidas, el apoyo emocional a la paciente y a su entorno fueron clave para lograr que la prolongada hospitalización fuera lo más llevadera posible.