Aspectos microbiológicos de las infecciones virales en el trasplante de progenitores hematopoyéticos alogénicosuna década de experiencia.

  1. García Fernández, Xana
Dirigida por:
  1. Santiago Melón García Director/a
  2. Marta Elena Álvarez Argüelles Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 15 de septiembre de 2023

Tribunal:
  1. Fernando Vázquez Valdés Presidente/a
  2. Ana Maria Pilar González Rodriguez Secretario/a
  3. J. Carlos Vallejo Llamas Vocal
  4. Antonio Aguilera Guirao Vocal
  5. Sonia Pérez Castro Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 820698 DIALNET lock_openRUO editor

Resumen

El trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) es un procedimiento en el que células precursoras hematopoyéticas del propio paciente (trasplante autólogo) o de un donante (trasplante alogénico) son administradas a un receptor con progenitores defectuosos con la intención de repoblar y reemplazar el sistema de manera parcial o total. El TPH ha conseguido que aumente significativamente la supervivencia de pacientes con neoplasias, hemoglobinopatías y otros trastornos (Passweg et al., 2016), pero no está exento de complicaciones, entre ellas las infecciones, donde los virus juegan un papel importante. El TPH alogénico es el que presenta mayor riesgo de infecciones. A partir del día 0, podemos dividir el post-trasplante en 3 períodos: el post-trasplante precoz (0-30 días), el intermedio (30-100 días) y el tardío (hasta el año postrastlante), con diferentes tasas de infección y etiología. (Elfeky et al., 2019; Mackall et al., 2009; Ogonek et al.,2016; Styczynski et al., 2018). El Citomegalovirus (CMV) constituye, sin duda, la infección oportunista más representativa en los alo-TPH. Por eso, muchos esfuerzos están encaminados a prevenir el desarrollo de la enfermedad. La infección por el virus Epstein Barr (VEB) en el alo-TPH puede conducir a una única pero grave complicación postrasplante, el síndrome linfoproliferativo postrasplante, que una vez establecido, presenta una alta mortalidad. La estrategia de elección, al igual que en el CMV, es la terapia anticipada. Aunque el CMV y el VEB siguen siendo los principales virus en receptores de un alo-TPH, la importancia clínica de otros virus puede ser trascendental y su conocimiento puede ser esencial para el correcto manejo y tratamiento del paciente. En el Hospital Universitario Central de Asturias desde el año 2011, se realiza un protocolo de seguimiento clínico-virológico en los TPH, centrado en la infección por CMV y VEB, pero en continua revisión teniendo en cuenta los aspectos anteriores. En el presente trabajo, se analizó la replicación viral, los marcadores y la evolución de la infección por Citomegalovirus y virus Epstein Barr en pacientes trasplantados de progenitores hematopoyéticos alogénicos en la última década. Por otro lado, se estudió la infección y la evolución de otros virus latentes de importancia clínica: Adenovirus, virus BK, virus JC, virus Herpes tipo 6, virus Herpes tipo 7, virus Herpes tipo 8, Parvovirus, virus Herpes simplex tipo 1, virus Herpes simplex tipo 2 y virus Varicela zóster. Se evaluó la replicación de estos virus en un seguimiento protocolizado. Y por último se examinó la incidencia del SARS-CoV-2 durante la pandemia en estos pacientes. Este trabajo corrobora que el CMV y el VEB son virus frecuentes y que pueden causar trastornos importantes en los TPH y por tanto, deben seguir estudiándose dentro de un protocolo clínico-virológico que podría prolongarse (de una forma más o menos continua), más allá de los cuatro meses de mayor riesgo de infección viral. Características del TPH podría sugerir la inclusión de otros virus latentes y virus como virus Herpes tipo 6 y 7 o Adenovirus podrían formar parte de ese protocolo. En cualquier caso, siempre estos protocolos son dinámicos y tienen estar pendientes de los avances que se vayan produciendo en el campo del control y seguimiento de la infección viral, como la aparición de nuevos antivirales que se pueden utilizar en tratamiento o como profilaxis